José Carbonell Castelló, Ingeniero Agrónomo en la especialidad de Ingeniería Rural por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural (ETSIAMN) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), ejerce desde octubre de 2005 como secretario técnico del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL).
En 1950 se crearon los colegios oficiales de ingenieros agrónomos al amparo de la ley de colegios profesionales de aquel entonces. En 1953, se constituyeron los primeros colegios, con la misión de ser el organismo vertebrador y cohesionador. Actualmente, se encuentran colegiados aproximadamente 1.550 ingenieros agrónomos y el Colegio está constituido por las delegaciones de Alicante, Baleares, Castellón y Valencia.
V: ¿Podrías mencionar los principales hitos del colegio?
Creo que los principales hitos a lo largo de su historia se corresponden con la capacidad para atender y dar cobertura a las necesidades profesionales –y diría que sociales– de cada momento.
LOS COMIENZOS… Cuando la iniciativa privada arrancó de forma generalizada en España, el COIAL articuló servicios para los libre ejercientes que hasta el momento no se habían requerido, como las tarifas, los registros o visados. Posteriormente asumió su papel de representantes de la sociedad civil, en cuestiones sociales, pero sobre todo, en cuestiones técnicas. Por ejemplo, el COIAL fue el organizador de las primeras jornadas técnicas sobre La Albufera de València y sobre la Huerta de València. Ahora todo el mundo habla de estas cosas, pero en aquel entonces, fuimos los pioneros en señalar retos y oportunidades de nuestro entorno.
EN LA ETAPA POSTERIOR, al igual que pasó en el resto de la sociedad, se empezó a mirar a Europa. El COIAL fue fundador del Comité Europeo de Ingenieros Agrónomos de Europa (CEDIA) e intensificó su colaboración con las administraciones autonómicas, que crecían al ritmo que avanzaba la descentralización.
EN LA ÉPOCA ACTUAL digamos que la gran crisis del año 2008 obligó a replantear el papel de nuestro colegio. Fue un momento extremadamente complicado, en el que se vislumbraba un futuro muy poco prometedor. No obstante, después de una reflexión a todos los niveles se trazó un plan estratégico que acabó transformando el COIAL: Se abrió al mundo empresarial (Partners COIAL), profundizamos en la comunicación interna y externa, trabajamos la imagen de marca y volvimos a asumir (y dotar de medios) la necesidad de ser referentes para la sociedad.
«Hoy somos una ingeniería esencial que debe abordar los grandes problemas que tiene “encima de la mesa” la humanidad y que más preocupan: cambio climático, agua, biodiversidad, calidad y restauración ambiental, sostenibilidad, alimentos saludables, funcionales…«.
V: ¿Cuáles son los servicios más importantes que brindan desde el Colegio?
Los colegios profesionales tenemos como misión primordial ordenar la profesión, que no es otra cosa que proteger a la sociedad de las malas prácticas. ¿Cómo se consigue? Formando, informando y dotando a nuestros colegiados de un seguro de responsabilidad que cubre las actuaciones profesionales. Así que aquí tenemos los servicios más importantes del COIAL.
FORMACIÓN: mantenemos a los profesionales actualizados en las nuevas técnicas, tecnologías y normas que deben aplicar a sus trabajos.
INFORMACIÓN: comunicamos al colectivo sobre lo que pasa (nuevas normas, noticias de interés, oportunidades de trabajo y empleo).
ASESORÍA LEGAL, JURÍDICA Y LABORAL: además de otras cuestiones que ayudan a los colegiados a ser más competitivos por aplicar economías de escala. Tenemos una asesoría jurídica, laboral y fiscal. Cuando alguien tiene algún problema, contacta con la secretaría técnica, lo atendemos y lo derivamos a quien proceda.
PROTECCIÓN: por último, el SRC, que se aplica mediante una función delegada por la propia administración, que es el visado de trabajos profesionales (y desde el 2010 también mediante el registro de trabajos).
«Planteamos el valor mirando a los clientes. Nuestra misión es velar por sus derechos e intereses, así que contar con un ingeniero agrónomo colegiado y con sus trabajos visados o registrados es una garantía de buen hacer y protección ante posibles incidencias».
V: Has mencionado las oportunidades profesionales ¿Podrías comentar cómo funciona el portal de empleo y cómo impacta en el sector?
Nuestro servicio de empleo está funcionando extraordinariamente bien, lo que nos pasa es que tenemos una situación de pleno empleo. No somos capaces de cubrir todas las ofertas que nos llegan, y esa es una cuestión que nos preocupa mucho.
La tecnificación y vertebración de todo el sistema alimentario, la incorporación de las TIC, el aumento de los estándares de calidad, la optimización energética, los problemas de los residuos que aboca a buscar soluciones de economía circular, todos los cambios del sistema productivo que derivan de la innovación en los productos. Además de todos los trabajos que siempre se han hecho, como la gestión del agua, la producción, los proyectos. También ha propiciado esta situación de pleno empleo la incorporación de tecnologías para la lucha contra el cambio climático, reducir la contaminación, gestionar los residuos que generamos, regenerar el medio ambiente y los ecosistemas, eficiencia energética, bioenergías. Todos estos motivos son los que nos han llevado al pleno empleo.
Nuestra misión como colegio es ayudar a la empresa a encontrar el perfil que necesita. Le informamos de las opciones que tiene, e incluso le sugerimos cambios en su oferta para maximizar las opciones de éxito. Por ejemplo, el requerir experiencia es una tentación muy lógica, pero en una situación de pleno empleo y viendo las funciones que tendrá que asumir la persona aspirante, no es la primera vez que proponemos abrir la oferta a perfiles junior sin experiencia previa. Y mira, tenemos ya muchos casos en los que ha ido francamente muy bien.
«Por otra parte, optar por los servicios del COIAL supone un ahorro significativo. Por ejemplo un seguro de responsabilidad civil puede resultar inviable para muchas personas que empiezan su carrera profesional«.
V: Respecto a estos cambios de paradigmas y las nuevas tendencias hacia los negocios agroalimentarios sostenibles ¿Cuál es vuestra visión?
Está claro que tenemos que ir a modelos que aporten valor y que optimicen los recursos empleados para su producción. Para competir nos tenemos que diferenciar y reducir costes. Y para conseguirlo, lo único que podemos hacer es emplear la “materia gris”. Al igual que la lucha contra el cambio climático, la eficiencia energética o la gestión hídrica, todo pivota sobre el principio de tomar decisiones que optimicen el empleo de recursos.
Si relacionamos todo esto, llegamos a que es el momento de pensar muy bien las cosas antes de hacerlas y a tener capacidad de gestionarlas adecuadamente. Es decir, aplicar el conocimiento. Las TIC, la inteligencia artificial o las redes de comunicación son las herramientas para aplicar el conocimiento. Y de eso se encargan los ingenieros.
V: Una última reflexión…
Hoy por hoy somos una ingeniería esencial que debe abordar los grandes problemas que tiene “encima de la mesa” la humanidad y que más preocupan: cambio climático, agua, biodiversidad, calidad y restauración ambiental, sostenibilidad, alimentos saludables, funcionales…
Somos los ingenieros que siempre nos hemos dedicado a ello (recordemos lo que acabo de decir en una de las primeras preguntas al respecto de La Albufera y la Huerta de València) y es ahora cuando más importancia y visibilidad tiene nuestro trabajo.
«Somos los ingenieros del sector, de la industria más potente y grande del mundo: la alimentaria. Somos los responsables de la seguridad alimentaria, que significa tener alimentos saludables en cantidad y calidad y además, que sean accesibles para toda la población».